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Los colores que empiezan con K más conocidos

El mundo del color es vasto y diverso, y aunque muchas veces se presta más atención a tonalidades que comienzan con letras comunes como la A, la B o la R, también existen colores cuyo nombre inicia con la letra K. Aunque no son tan numerosos, algunos de ellos han ganado un lugar reconocido en diversas disciplinas como el diseño gráfico, la moda, la decoración de interiores y la pintura artística. En este artículo, se detallan los colores con K más populares en español, sus características principales y el uso que se les suele dar.

Kaki: un clásico con historia

El color kaki es, sin duda, el más conocido entre los que comienzan con la letra K. Su tonalidad se ubica entre el verde oliva apagado y el marrón claro, lo que le otorga un carácter sobrio, natural y versátil. Originalmente asociado con los uniformes militares, especialmente en los siglos XIX y XX, el kaki ha trascendido su uso funcional para convertirse en un color común en la moda y el diseño contemporáneo.

Una de sus principales virtudes es su capacidad para complementar otros colores neutros, como el blanco, el negro o el gris. Además, el kaki transmite serenidad, equilibrio y discreción, lo que lo convierte en una elección frecuente para estilos de vestimenta casual o de inspiración utilitaria.

Kiwi: vitalidad y frescura

Otro color que destaca dentro de esta lista es el color kiwi, una tonalidad inspirada en la fruta del mismo nombre. Se trata de un verde brillante, con matices amarillentos, que evoca vitalidad, energía y frescura. Es ideal para generar un ambiente alegre y juvenil, por lo que suele utilizarse en publicidad, diseño infantil y en productos que buscan proyectar una imagen saludable o natural.

El kiwi se emplea también en la decoración de interiores para dar toques de luz y vida a espacios neutros. En combinación con blancos o tonos tierra suaves, puede aportar un aire renovador sin resultar excesivamente llamativo.

Koral: delicadeza con carácter

Aunque en español la palabra “coral” es la más utilizada, el término koral también se encuentra registrado en ciertos catálogos de color. Este tono se sitúa entre el rosado anaranjado y el rojo suave, y toma su nombre del color de algunos corales marinos.

El koral es ideal para transmitir sensibilidad, creatividad y calidez. Se ha popularizado en moda femenina, cosmética y papelería artística, donde se busca un efecto elegante sin ser estridente. Además, en diseño gráfico, se emplea para equilibrar composiciones, combinando bien con grises claros, tonos nude y blancos cálidos.

Kalabaza: una variante cromática otoñal

El color kalabaza es una versión alternativa del tradicional naranja calabaza. Se trata de un naranja profundo y terroso, con reminiscencias del otoño y de las cosechas. Aunque su grafía con “k” no es la más común, se ha aceptado en ciertos contextos creativos donde se prioriza una estética distintiva o alternativa.

Este color evoca calidez, energía y nostalgia, siendo frecuente en elementos decorativos de temporada, en especial durante los meses de otoño. También es usado en branding de productos artesanales o ecológicos, por su vinculación con lo natural y lo rústico.

Kermes: profundidad y sofisticación

El kermes es un tono que proviene del pigmento natural extraído de la cochinilla kermes, una sustancia que se utilizaba en la antigüedad para teñir telas. Su tonalidad oscila entre el rojo oscuro y el carmesí profundo, y ha sido históricamente símbolo de lujo, poder y solemnidad.

Este color, aunque poco conocido por su nombre, ha estado presente en textiles finos, vestimentas ceremoniales y arte sacro. Hoy en día, el kermes conserva su uso en diseño de interiores sofisticado, en elementos decorativos o tapicerías que buscan crear ambientes clásicos y elegantes.

Kaqui: una variante fonética aceptada

Aunque puede parecer una repetición del kaki, el color kaqui con «q» es también reconocido en algunas regiones de habla hispana como una variante fonética o alternativa gráfica. Se refiere exactamente al mismo tono que el kaki tradicional, pero con una escritura distinta. Esta doble nomenclatura puede encontrarse especialmente en catálogos de moda o textiles donde se utiliza una grafía adaptada por motivos estilísticos o de diseño de marca.

Su uso y significado son equivalentes, siendo igualmente un color de fondo, neutro y adaptable a distintos estilos, desde lo militar hasta lo minimalista urbano.

Kolmillo: una propuesta innovadora

El kolmillo es un nombre más moderno y no tan extendido, que hace referencia al color marfil o hueso, aunque con un matiz más frío y grisáceo. Este tono recuerda al color de un colmillo blanqueado por el tiempo y suele ubicarse en la gama de los blancos rotos, ideales para proyectos de interiorismo de inspiración nórdica o minimalista.

Su principal ventaja es la versatilidad, ya que funciona como base neutra para destacar colores más intensos. En espacios pequeños, puede aportar amplitud y luminosidad sin recurrir al blanco puro, lo que lo convierte en una opción sofisticada y sutil.


Aunque los colores que empiezan con la letra K en español no son numerosos, su presencia en el lenguaje visual contemporáneo es más significativa de lo que podría pensarse a simple vista. Cada uno de ellos posee una carga simbólica, estética y funcional que enriquece las posibilidades creativas tanto en el arte como en el diseño. Incorporarlos en distintos contextos no solo añade variedad cromática, sino también una capa de expresión cultural y emocional que puede marcar la diferencia en cualquier proyecto visual.

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