Las 4 mejores ciudades europeas para explorar en solitario este verano

¿Alguna vez has soñado con perderte en una ciudad desconocida, explorándola a tu ritmo y descubriendo lugares mágicos? Viajar en solitario puede ser una aventura increíblemente liberadora, y Europa está llena de destinos perfectos para una escapada de este tipo. Aquí te contamos cuatro opciones de ciudades europeas para visitar este verano.

1. Lisboa, Portugal

Lisboa, la capital de Portugal, es una ciudad llena de encanto y autenticidad. Sus colinas, tranvías y calles adoquinadas crean un ambiente único y acogedor para los viajeros. Estas son algunas de las cosas que no puedes dejar de hacer:

• Explorar Alfama: Un barrio que parece detenido en el tiempo, lleno de sorpresas en cada esquina.
• Monasterio de los Jerónimos: Un imponente testimonio del pasado glorioso de Portugal.
• Tranvía 28: Es una experiencia única para ver la ciudad desde una perspectiva diferente.
• Pastéis de Belém: No puedes olvidar los pasteles de nata en la Pastéis de Belém; cada bocado es una explosión de sabor que te hará sentir en el cielo.

Además, Lisboa es famosa por sus miradores, conocidos localmente como «miradouros». En el Miradouro da Senhora do Monte podrás disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y el río Tajo, especialmente impresionante al atardecer. Otros miradores como el de Santa Catarina y el de Graça también ofrecen perspectivas únicas y son perfectos para relajarse y disfrutar del paisaje urbano.

2. Edimburgo, Escocia

Edimburgo, la capital de Escocia, es una ciudad donde la historia y la naturaleza se encuentran en armonía. Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y su escena cultural la convierten en una de las mejores opciones para viajar solo. Edimburgo tiene esa magia que te hace sentir parte de un cuento de hadas.

Dominando el horizonte de la ciudad desde su posición en la cima de una colina, el Castillo de Edimburgo es una visita obligada. Explorar este castillo medieval permite vivir una profunda inmersión en la historia escocesa. Además, las vistas desde la fortaleza sobre la ciudad y el paisaje circundante son simplemente impresionantes.

Para los amantes de la naturaleza, una caminata hasta Arthur’s Seat, un antiguo volcán y el punto más alto de la ciudad, es una actividad imprescindible. Desde la cumbre, se puede disfrutar de vistas panorámicas de Edimburgo y sus alrededores. Es un lugar perfecto para reflexionar y apreciar la belleza natural de Escocia.

3. Ámsterdam, Países Bajos

Ámsterdam es una ciudad perfecta para recorrer en solitario, con su red de canales pintorescos y su ambiente relajado. La capital de los Países Bajos combina a la perfección la modernidad con su historia.

La bicicleta es el medio de transporte por excelencia en Ámsterdam. Alquilar una bicicleta y recorrer la ciudad a tu ritmo es una excelente manera de descubrir sus encantos; desde el barrio de Jordaan hasta el Vondelpark, cada rincón de Ámsterdam tiene algo especial.

Asimismo, la ciudad alberga algunos de los museos más famosos del mundo. El Museo Van Gogh y el Rijksmuseum son visitas obligadas para los amantes del arte. Y si prefieres algo diferente, el Museo de la Casa de Ana Frank muestra una perspectiva conmovedora de la historia de la Segunda Guerra Mundial.

Ámsterdam también es conocida por su animada vida nocturna. La zona de Leidseplein y Rembrandtplein está llena de bares y clubes. Además, la oferta gastronómica de la ciudad es diversa, con restaurantes que sirven desde cocina local hasta delicias internacionales.

4. Copenhague, Dinamarca

Copenhague es una ciudad que equilibra a la perfección la modernidad con la tradición. Sus calles limpias, su gente amable y su exquisita comida te harán sentir bienvenido.

La ciudad es famosa por su diseño y arquitectura moderna. El edificio de la Ópera de Copenhague y el distrito de Ørestad son ejemplos destacados de la innovación arquitectónica danesa. Además, Copenhague es conocida por ser una de las ciudades más verdes del mundo, con numerosos parques y espacios verdes. 

No te pierdas una cena en un restaurante con estrellas Michelin. La gastronomía danesa es una experiencia que te dejará sin palabras.