Sinfonía sensorial: comprender la importancia del juego sensorial para los bebés
Todos intentamos dar a nuestros hijos lo mejor, y el lema ‘’Amor es todo lo que necesita’’, por desgracia, no funciona. El niño necesita un desarrollo global de las funciones cognitivas, la inteligencia emocional y las funciones sensoriales. En este artículo, obtendrá una comprensión general del desarrollo sensorial y del innovador término ‘’sinfonía sensorial’’.
¿Qué es la sinfonía sensorial para niños?
Cualquier padre ha oído hablar del desarrollo sensorial y de los juguetes. Pero, ¿entienden realmente lo que es? El término hace referencia a siete sensaciones básicas que tiene cada persona: la vista, el gusto, el olfato, el tacto, la conciencia del tamaño de su propio cuerpo y de su existencia, y las funciones vestibulares. Puede parecer que esas sensaciones están presentes en nuestro cerebro por defecto, pero un niño necesita apoyo para formarlas.
Hablando de la ‘’sinfonía sensorial’’ en particular, el término se refiere a todas las herramientas de desarrollo sensorial que incluyen la música y el sonido. Signar, reconocer sonidos, bailar y moverse: todo eso es sinfonía sensorial. Por suerte, hay un montón de actividades y juguetes sensoriales para bebés – herramientas que desarrollan los sentidos.
Se subestima la importancia del desarrollo sensorial: Esto es lo que dicen los médicos
Según las estadísticas oficiales, entre el 5 % y el 16 % (!) de los niños padecen trastorno del procesamiento sensorial y trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Estos diagnósticos se deben a la incapacidad para procesar o gestionar las sensaciones sensoriales. Aunque estos trastornos pueden tratarse fácilmente con la ayuda de profesionales, lo que puede prevenir el problema es el uso diario de herramientas de desarrollo sensorial.
En general, las herramientas sensoriales, incluida la sinfonía, ayudan a los niños a adquirir diversas habilidades:
- Ayudan a los niños a comprenderse a sí mismos y al entorno.
- Manejan las habilidades de autorregulación y disciplina, que serán esenciales en la escuela y el trabajo.
- Favorecen las habilidades lingüísticas y la capacidad de adquirir nuevos lenguajes/sistemas verbales.
- Potencian las habilidades sociales y ayudan a desarrollar la empatía.
Por suerte, los juguetes y herramientas sensoriales pueden ayudar en cualquier condición y a niños de cualquier edad y estado. Su eficacia está demostrada como una de las mejores formas de desarrollar habilidades a una edad temprana.
Los mejores juguetes sensoriales para probar
El desarrollo de un niño está en sus manos, por lo que no es necesario confiar únicamente en profesores y médicos. Para potenciar el desarrollo a través de los sonidos y la música, pruebe estos instrumentos a diario.
Instrumentos musicales
Las investigaciones de Arete Music Academy demuestran que los niños que estudian instrumentos musicales muestran funciones cognitivas mucho mejores y recuerdan más. Sin embargo, no empieces con el piano o el violín – la educación musical es realmente importante, pero empieza con instrumentos sencillos para hacer sonidos.
Utilice cascabeles, maracas, panderetas, tambores, xilófonos y otros instrumentos de juguete. Deje que su hijo juegue con ellos o intente formar algunos sonidos concretos.
Antes, los padres pueden incluso utilizar objetos cotidianos como ollas, cucharas, botellas, latas y otras cosas que produzcan sonidos singulares.
Libros de sonidos
Puede encontrar una gran cantidad de ellos en eBay o Amazon. Se trata de libros que implementan sonidos mientras los niños leen una historia. Puede ser música, sonidos de animales, naturaleza básica o sonidos caseros para formar conciencia e introducir sonidos más únicos a un niño.
Puzzles musicales
Un formato nuevo, pero no por ello menos útil, los Puzzles sonoros desarrollan habilidades sensoriales y funciones cognitivas al mismo tiempo. Se presentan de distintas formas. Normalmente, el niño tiene que combinar el sonido con su fuente: por ejemplo, un animal y su sonido, o un instrumento y la melodía que produce. El formato de puzzle hace que los niños se impliquen más en el proceso.
Máquinas de sonido
Se trata de libros, tableros y muchas otras herramientas en las que los niños pueden hacer clic en un elemento para oír su sonido. Algo así, es especialmente bueno para los bebés que no pueden completar tareas difíciles, pero ya están interesados en el entorno.
Tarros con sonido
Los tarros sonoros, que se pueden hacer fácilmente en casa, son botellas llenas de elementos sonoros específicos. Pueden ser alubias, monedas, tapas de plástico, arroz, arena o cualquier otro elemento a su elección. Con un frasco así, el niño puede escuchar varios sonidos interesantes, poco habituales en su entorno.
Qué prácticas y actividades probar con su hijo
Pero la cosa no acaba con los juguetes. La comunicación entre padres e hijos es de enorme importancia. Forma recuerdos fundamentales, refuerza la conexión y aumenta la motivación del niño para aprender cosas nuevas. Los expertos recomiendan probar juntos estas prácticas de sinfonía sensorial.
Jugar a juegos sonoros
Incluye Simon Says, Freeze dance y otras actividades relacionadas con el momento y el sonido. Es un buen sustituto del baile que además potencia la motricidad y la rapidez mental. Y jugar con los padres formará un fuerte vínculo entre vosotros.
Escuchar distintos géneros musicales
Inesperadamente, hasta los niños pequeños entienden la diferencia entre distintos géneros musicales. Escuche jazz, pop, rock y otros géneros que difieran significativamente entre sí. Durante este proceso, pregúntale al niño por las emociones y pensamientos que le produce una canción. Intente mostrar/bailar/dibujar este género.
Cantar canciones rítmicas
Desarrolle el oído, la sensación de tempo y el ritmo cantando juntos de forma más sencilla. Puede ser una actividad cotidiana que no requiera un enfoque especial ni tiempo dedicado. Introduce los signos e incluso crea nuevas canciones en su vida diaria para rodear a su hijo de sonido y música.
Elija cualquier herramienta y empiece a descubrir cómo cambia la vida del niño.