Miedo al dentista en niños: traumas y problemas asociados
El miedo al dentista en niños pequeños es un problema frecuente que aumenta la propensión de estos a desarrollar caries y a perder dientes, tanto en las edades de dentición de leche como en las posteriores.
Dada la importancia del asunto, vamos a explicar cuáles son los signos que pueden hacer sospechar que un niño tiene miedo o fobia al dentista y qué es lo que se puede hacer para sortear el problema.
Síntomas del miedo al dentista en los niños
El síntoma más habitual es alguna reacción física evidente, como el llanto o una rabieta súbita antes de salir de casa o al llegar a la consulta del odontólogo.
Además, es muy común que el pequeño se muestre poco cooperativo o incluso intente evitar que el dentista lo examine. Otros síntomas son el pulso acelerado, la sudoración y la respiración agitada.
Algunos niños incluso fingen estar enfermos antes de la consulta, mientras que otros pueden somatizar la ansiedad y preocupación, llegando a enfermarse de veras.
Causas
La principal causa es la asociación negativa a una experiencia odontológica anterior que ha sido dolorosa o molesta.
En otras ocasiones, los niños han oído hablar a los adultos acerca de sus propias experiencias negativas en la consulta odontológica.
Cuanto más temprano en la vida se produce esta conexión negativa, más intenso es el miedo. En concreto, el período antes de los 5 años es especialmente propicio para que se establezca una asociación negativa con el dentista.
Por lo tanto, es fundamental abordar cuanto antes el miedo al dentista en los niños. Caso contrario, se corre el riesgo de que ese temor degenere en fobia, un trauma que requiere de terapia psicológica para su superación.
Estrategias para afrontar el problema del miedo al dentista en niños
El primer paso es elegir una buena clínica dental infantil o un centro odontológico que disponga de un espacio específicamente acondicionado para los pacientes de corta edad.
A modo de ejemplo, en la Clínica Dental Carralero disponen de SpazioKids, un club infantil específicamente diseñado para que los niños aprendan a cuidar de su dentadura mientras se divierten y para que visiten al dentista sin ningún temor.
Además, siempre es conveniente:
- Informar al niño de lo que se le va a hacer en la boca: esto incluye aclararle los beneficios que la intervención le reportará y que no sentirá ningún dolor.
- Mantener una actitud positiva, evitando que el niño perciba preocupación o ansiedad en sus padres.
- Juegos de dentistas: jugar a ser dentistas en casa puede ayudar a que el niño se familiarice con los procedimientos e instrumentos de intervención dental.
- Una visita previa a la clínica dental infantil: así podrá explorar el entorno y conocer al odontólogo, reduciendo el nivel de ansiedad.
- El refuerzo positivo: felicitar al niño por su valentía después de la visita al dentista actúa como un refuerzo psicológico positivo ante futuras visitas a la consulta del odontólogo.
En resumidas cuentas, detectar los posibles signos de ansiedad, utilizar técnicas para reducirla y elegir una clínica dental especializada en niños son las tres pautas imprescindibles para conseguir que los más pequeños de la casa visiten al dentista con confianza y sin temor.
